Cardenal Chomali y proyecto de eutanasia: “Nadie puede atribuirse el derecho de decidir qué vida merece ser vivida o no”

Sobre la discusión sobre la eutanasia en el Senado, el pasado martes en Conexión Tele13, Mónica Pérez y Ramón Ulloa conversaron con el cardenal y arzobispo de Santiago, monseñor Fernando Chomali, quien participó en la comisión de Salud de la Cámara Alta en que se discutió el trámite del proyecto. A continuación, la entrevista íntegra en texto, audio y video.

Cardenal Chomali y proyecto de eutanasia: “Nadie puede atribuirse el derecho de decidir qué vida merece ser vivida o no”

Sobre la discusión sobre la eutanasia en el Senado, el pasado martes en Conexión Tele13, Mónica Pérez y Ramón Ulloa conversaron con el cardenal y arzobispo de Santiago, monseñor Fernando Chomali, quien participó en la comisión de Salud de la Cámara Alta en que se discutió el trámite del proyecto. A continuación, la entrevista íntegra en texto, audio y video.

Conexión Tele13, martes 2 de septiembre, 06:30 pm
Entrevista de Mónica Pérez (MP) y Ramón Ulloa (RU)


- MP: Cardenal Fernando Chomali, arzobispo de Santiago. Estuvo usted temprano en la comisión, justamente dando su punto de vista. Fundamentalmente, Cardenal, ¿por qué se opone usted?

- A ver, en primer lugar, la reunión fue extraordinaria, tremendamente respetuosa, estaba yo, había un un penalista, Juan Pablo Mañalich, profesor de la Universidad de Chile y el doctor Bergoglio, que es una persona que tiene mucha experiencia en la Clínica de Valdivia y, por supuesto, escuchar atentamente también a la ministra Aguilera y también a los senadores y al diputado Mirosevic, que nos hicieron preguntas. Es decir, aquí no estamos en una guerra respecto de un tema ni mucho menos, sino que es un diálogo para buscar qué es lo mejor para los pacientes, qué es lo mejor para el país, para la profesión médica. Ese es el punto de partida.

La verdad que básicamente lo que yo planteo es que el ensañamiento terapéutico es una muy mala práctica médica, que obliga a muchas personas a estar en situaciones de complejidad absolutamente innecesaria, porque la muerte forma parte de la vida. Entonces, el punto de partida es que la muerte es un hecho natural, que hay que acompañarlo con cuidados paliativos, con amor, con cariño. Y que evidentemente nadie puede disponer la vida de otro y sobre todo un médico que tiene un juramento de no dañar, realizando una acción que provoca la muerte, y no solamente un médico, porque el proyecto dice el personal de salud, es decir, es muy amplio, y tiene muchas aristas. Y por supuesto que detrás hay un tema cultural que…

- MP: Un segundo, antes que de avanzar, ¿A qué se refiere usted con ensañamiento terapéutico?

- Ensañamiento terapéutico son aquellas acciones médicas que lo único que hacen es prolongar la vida del paciente por un tiempo más, de manera innecesaria, que son actos desproporcionados, que son actos no ordinarios, y lo que plantea la Iglesia es que estamos obligados a lo ordinario, a lo proporcionado de acuerdo a la situación de cada paciente y que eso lo determinan médicos verdaderamente competentes. Yo me incliné mucho más a hablar sobre eso y por supuesto que todos me encontraron toda la razón y también dije que hay un vacío muy grande en las facultades de medicina, en los hospitales, en las clínicas, en relación a los cuidados paliativos que alivian mucho el dolor.

Además, yo dije que estábamos en un país laico, que yo reconocía eso, reconocía que hay una separación Iglesia-Estado. "¿Y por qué me invitaban?", dije: ¿por qué me invitan a mí si estamos en un país laico? Y la verdad nos invitan porque ellos reconocen que nosotros atendemos a mucha gente de muy escasos recursos que están postradas, que están abandonadas, y le puse el ejemplo de Fundación Las Rosas, donde hay cariño, hay cuidado, hay mucho amor, y nadie pide terminar con su vida, y además porque tenemos varias facultades de medicina a lo largo de todo Chile, Universidades Católicas. Y sería muy terrible que a un médico le tuviésemos que enseñar, y también a una enfermera, cómo se termina con la vida de un enfermo terminal.

Y también dije, y esto es importante, que este tema yo lo trato con mucho cuidado, mucha delicadeza, porque hay mucha gente que vive situaciones dramáticas. Yo también la he vivido con personas de mi familia que uno, muchas veces, está perplejo. No sabe cómo actuar, a veces (se) tiene desesperación. Pero me parece que el talante de la sociedad se mide en la capacidad que tiene de cuidar a los más pobres y no hay nadie más pobre que una persona que está en el lecho enfermo.

- RU: Para entender su planteamiento, ¿debiera entenderse entonces que, desde su perspectiva, si (con) el tema del fortalecimiento de la medicina paliativa, no hubiese la necesidad de recurrir a una medida como aquella (la eutanasia)?

- Absolutamente, absolutamente.

¿Por qué? Porque como muy bien decía el médico de Valdivia, la naturaleza hace su trabajo, porque morir es un hecho natural, y nadie puede atribuirse el derecho de decidir que esta vida merece ser vivida o no. Además, el otro problema que se presenta, que muy bien lo plantearon ahí ―la verdad que fue una conversación muy interesante, que se prolongó por más tiempo, de muy buen nivel― es que es muy difícil actuar de acuerdo a la subjetividad de las personas, porque qué pasaría que alguien diga decididamente "yo no le encuentro sentido a mi vida"; si es que queda todo referido a la autonomía de la persona. ¿Significa que el Estado estaría obligado a realizar una práctica así? Y se empiezan a complicar las cosas.

Y lo otro también que yo hablé de la experiencia internacional. La experiencia internacional dice que muchas personas abandonadas, solas, pobres, quedan al final sin familia, quedan al arbitrio del Estado y de la conciencia de una persona que puede ser el médico o una enfermera, lo cual es tremendamente complejo. Entonces, el planteamiento mío fue muy bien acogido entre paréntesis, en el sentido que yo entendía que es un debate que tiene que darse, pero yo planteaba que si hay un fuerte trabajo en materia de ayuda psicológica, física, médica, no sería ni siquiera necesario pensar en la eutanasia.

El otro tema que quiero abordar es también importante, que se lo dije a la ministra ayer así: que, como el consentimiento es de una persona, se requiere el certificado de un psiquiatra que está en sus cabales. Y la verdad es que no hay psiquiatras. Es decir, para llegar a tener un psiquiatra se necesitan tres, cuatro, cinco, seis, ocho meses, y si eso pasa en Santiago, también pasa en provincia. Es decir, además, es una ley inaplicable. Así que fueron muchos temas de muy buen nivel, yo quedé muy contento y quedaron de invitarme nuevamente.

- MP: Yo sé que usted dice que no existe la compasión, la compasión es para nosotros, que hay veces que no queremos hacernos cargo. Pero qué hace un hijo, una hija, de una mamá que está desahuciada, que está conectada a máquina, que está llena de analgésicos, y que ella pide morir, por ejemplo.

- Sí. Bueno, tu ejemplo, Mónica, es lo más pertinente que hay, porque nadie está obligado a estar en esas condiciones. Es decir, no se puede decir que hay negligencia médica, ni mucho menos eutanasia, si no te realizan esos tratamientos que son totalmente excesivos, tecnicismo absoluto, que no te va a mejorar en nada, y lo único que va a hacer es prolongarte la enfermedad, Eso que quede claro.

- MP: Ahí, por ejemplo, ¿desconectar a una persona de una máquina no sería eutanasia?

- Desconectar es más complicado, pero sí nadie está obligado, en ciertas circunstancias, a conectar. Pero evidentemente que una persona que se le está prolongando artificialmente la vida, ese no es un acto médico, eso es importante decirlo, y todos coincidían con esta definición: que no es tarea del arte médico prolongar la vida de una persona, sería presuntuoso. Es cuidar, sanar en lo posible, curar, prevenir, pero la prolongación de la vida es un tema muy serio que escapa a los seres humanos y eso lo compro bien. Es decir, el ejemplo que tú das es ese, es decir, si tu hija dice "yo no quiero que a mi que a mi madre, que está con un cáncer, ni Dios lo quiera, Mónica, está sufriendo, está complicado, no tuvo efecto la operación, no tuvo efecto la quimioterapia, yo no quiero que la entuben"; está en todo su derecho, y si me pregunta a mí, yo le digo "pero tienes toda la razón".

Pero eso es una cosa. ¿Por qué? Porque ahí lo que causa la muerte es la enfermedad. Y es muy distinto a que la muerte la cause una enfermedad, a que la muerte la cause una acción que tiene por finalidad. Incluso el mismo proyecto de ley dice "una acción que cause la muerte". Sí es muy grave eso, es muy grave y de hecho, es tan interesante este tema que legislaciones como en Suiza, por ejemplo, reconocen que es la acción de eliminar a alguien, pero dice "es un delito privilegiado", en el sentido que habría razones para lograr eso, y yo creo que no hay ninguna razón.

- RU: Pero para los detractores de aquello, si al final, el desenlace va a ser el mismo. Acelerar el desenlace no es cambiar el destino, sencillamente es anticiparse a algo que inevitablemente va a ocurrir y para qué prolongarlo.

- Bueno, yo prefiero que, ya que puso el ejemplo Mónica, yo prefiero mil veces que su hija diga "mi mamá murió fruto de una enfermedad", que eso todo el mundo lo entiende, a que diga "mi mamá murió fruto de una inyección letal". Porque ahí alguien va a tener que hacerse cargo de una acción occisiva (sic). Por eso que, desde el punto de vista de la acción, es completamente distinta.

Porque es bueno recordar también en esta sociedad tan superficial y frívola en la cual vivimos, que somos seres mortales, y que eso tiene un curso natural que nosotros podemos aliviar, pero nunca ni retrasarlo ni adelantarlo.


- MP: ¿Y si esa persona, esa mujer no tiene a nadie, no tiene hijos y está muriendo sola en un hospital y quiere morir pronto porque no tiene a nadie?

- Yo no veo que sea una praxis médica, y seguramente, si está gravemente enferma, hoy día los dolores son tratados ampliamente, hay mucha terapia al respecto. Va a morir, como dice mucha gente que está en los hospitales, en las clínicas, "Diosito me va a llevar", pero una sociedad, digamos, en primer lugar, que permite que haya gente sola en un hospital ya significa que hemos perdido humanidad, porque nadie debería estar solo en un hospital y lamentablemente en Chile hay mucha gente abandonada.

Y lo que yo planteo también, desde un punto de vista más cultural, antropológico, qué terrible que tengamos que resolver situaciones humanas tan drásticas con una acción tan violenta como es que una persona que estudia para sanar, para cuidar, termine eliminando a alguien, que muchas veces la gente lo pide, como muy bien tú dices, por soledad. Y bueno, otra cosa que dije, que le hizo mucho sentido, es que estas conversaciones son conversaciones de occidente. Porque en la cultura africana, por ejemplo, en la cultura árabe, el anciano, el enfermo, es el privilegiado, el que más se cuida, y aquí quedan muy en la indefensión, como pasa en muchas partes del mundo. Así que vamos a seguir reflexionando sobre esto y, por supuesto, en un diálogo muy respetuoso.

Yo quedé muy, por así decirlo, orgulloso como chileno de cómo se dio el debate, cómo escuchamos las posiciones, y pienso que puede salir un buen proyecto, aunque yo dije que no me gustaba para nada que se dijera que se puede hacer una acción que cause la muerte. Eso bajo ningún punto de vista.

- RU: Muy bien, Cardenal Chomalí, gracias por estos minutos de conversación con nosotros, buenas tardes.

- No, yo le agradezco a ustedes sinceramente, muchas gracias por su trabajo, que estén bien.

- MP: Gracias, cardenal, que esté muy bien.

- Cuídense.

Entrevista en video a continuación:


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