Según el informe final emitido por la DGAC, el helicóptero que pilotaba el expresidente Sebastián Piñera se precipitó al lago Ranco debido a una “pérdida de referencias visuales desde el interior de la cabina”, atribuido al fenómeno conocido como “flash fogging”.
Según el informe final emitido por la DGAC, el helicóptero que pilotaba el expresidente Sebastián Piñera se precipitó al lago Ranco debido a una “pérdida de referencias visuales desde el interior de la cabina”, atribuido al fenómeno conocido como “flash fogging”.
El reporte señala que las condiciones meteorológicas, temperatura y humedad dentro de la aeronave contribuyeron a que el piloto perdiera visibilidad externa, lo que causó una desorientación espacial que terminó en un descenso involuntario e impacto con la superficie del agua.
La DGAC también indica que Piñera contaba con su licencia y habilitación vigente, y que las circunstancias del accidente obedecieron al fallo visual en la cabina, más que a fallas técnicas preexistentes.
Tras la publicación del informe, la familia del exmandatario difundió un comunicado en el que expresaron que la conclusión de la DGAC “pone fin a un capítulo de este difícil proceso de duelo”.
Karla Rubilar, ex ministra vocera de Gobierno y cercana al exmandatario, comentó en radio La Metro FM:
“La licencia de piloto estaba completamente al día. El estado de la aeronave cumplía con el mantenimiento obligatorio y todas las directrices que se exigían para poder volar efectivamente este helicóptero. El servicio médico legal despejó cualquier consumo de alcohol, drogas u otras sustancias que podrían haber alterado la vigilia del presidente”.
Además, indicó, a través de un mensaje emotivo, que “este hecho tan doloroso y este accidente nos duele hasta el día de hoy y nos seguirá doliendo probablemente a su familia y a todos que tuvimos el privilegio de conocerlo, de quererlo y de trabajar junto a él”.
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