En una nueva edición de Mercado Global, Ramón Ulloa junto a Paula Comandari detallaron el balance de finanzas que dejó el papa Francisco y que tendrá que enfrentar el nuevo sumo pontífice que surja tras el cónclave.
En una nueva edición de Mercado Global, Ramón Ulloa junto a Paula Comandari detallaron el balance de finanzas que dejó el papa Francisco y que tendrá que enfrentar el nuevo sumo pontífice que surja tras el cónclave.
En una nueva edición de Mercado Global, Ramón Ulloa junto a Paula Comandari detallaron el balance de finanzas que dejó el papa Francisco y que tendrá que enfrentar el nuevo sumo pontífice que surja tras el cónclave.
En el comienzo del cónclave para reemplazar al Papa Francisco, el reinado del argentino deja otro tema abierto: el financiero. Durante más de una década, Francisco luchó por aportar transparencia al sombrío balance del Vaticano. Ahora, en sus últimas semanas de vida, los asesores entraban y salían de su austera sala de recepción, presentando los detalles de un microestado repleto de tesoros invaluables, pero cada vez más endeudado.
El déficit presupuestario se triplicó desde que el argentino asumió el cargo, y el fondo del Vaticano se enfrenta a un pasivo de hasta 2.000 millones de euros que no podría financiar. El primer Papa jesuita exhortaba al clero a vivir con sencillez, pero ahorrar por sí solo no aliviaría la crisis financiera que atraviesa la sede de la Iglesia.
El Vaticano depende cada vez más de la venta de entradas a museos para financiar su servicio civil, su red mundial de embajadas y la Guardia Suiza Papal, un pequeño ejército pagado con pensiones en francos suizos. La ciudad-estado recibe a siete millones de visitantes al año y a una multitud global, sin recaudar impuestos. Después de más de un mes de debates, Francisco llegó a una solución: pedir más dinero a los fieles.
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