Lunes 21 de abril: La mañana ha centrado la noticia en el Vaticano, en Roma, donde a las 7:35 de la mañana ha muerto el Papa Francisco, el argentino Jorge Mario Bergoglio, Sumo Pontífice desde hace 12 años, que en diciembre hubiera cumplido 89 años, el Papa Humilde, el primer Jesuíta y el primer latinoamericano convertido en la cabeza de la Iglesia Católica.
Lunes 21 de abril: La mañana ha centrado la noticia en el Vaticano, en Roma, donde a las 7:35 de la mañana ha muerto el Papa Francisco, el argentino Jorge Mario Bergoglio, Sumo Pontífice desde hace 12 años, que en diciembre hubiera cumplido 89 años, el Papa Humilde, el primer Jesuíta y el primer latinoamericano convertido en la cabeza de la Iglesia Católica.
Lunes 21 de abril: La mañana ha centrado la noticia en el Vaticano, en Roma, donde a las 7:35 de la mañana ha muerto el Papa Francisco, el argentino Jorge Mario Bergoglio, Sumo Pontífice desde hace 12 años, que en diciembre hubiera cumplido 89 años, el Papa Humilde, el primer Jesuíta y el primer latinoamericano convertido en la cabeza de la Iglesia Católica.
Ungido en un momento de crisis, la de los delitos sexuales en el sacerdocio y la del alejamiento de la jerarquía, obligado por las circunstancias a darle nuevos aires a la Iglesia en medio de una crisis de cambio y continuidad que Francisco encarnó hasta la víspera de su muerte.
Ayer, reunido con el vicepresidente de Estados Unidos, haciendo la bendición Urbi et Orbi, paseando como no lo hacía desde hace meses en el Papamóvil y delegando la lectura de su discurso, un texto centrado en la crítica al renacimiento del armamentismo. El Papa ha muerto en el contexto de un mundo convulsionado y confundido. Más incluso que cuando llegó a reinar en la Iglesia Católica.
Sus funerales deberían realizarse el próximo fin de semana. Y el cónclave para elegir a su sucesor debería comenzar a principios de mayo, la Iglesia conducida en el interregno, por el Cardenal Camerlengo, Kevin Farrel, que anunció de madrugada en horario chileno la muerte del Papa.