El colegio afirmó que no comparte el fallo que lo vincula con incumplimientos en el suicidio de la estudiante en 2018. La justicia civil estableció una falta de protocolos ante el acoso escolar, aunque declaró prescrita la demanda por indemnización.
El colegio afirmó que no comparte el fallo que lo vincula con incumplimientos en el suicidio de la estudiante en 2018. La justicia civil estableció una falta de protocolos ante el acoso escolar, aunque declaró prescrita la demanda por indemnización.
El Colegio Nido de Águilas informó que apelará ante la Corte tras el fallo que lo responsabiliza por negligencias en el suicidio de Katy Winter, alumna del establecimiento que murió en mayo de 2018.
En un comunicado, el recinto educacional de Lo Barnechea afirmó que el fallo de primera instancia da por acreditados “ciertos hechos” que no comparten. Añadieron que incluso podrían llevar el caso hasta la Corte Suprema. Esto, luego de que el 16° Juzgado Civil de Santiago dictaminara que “la obligación de cuidado del centro de educación nace desde el momento en que la alumna ingresa al establecimiento”.
Además, el tribunal sostuvo que el colegio no puede “desconocer la obligación de contar con protocolos de actuación en caso de acoso escolar”. Desde el establecimiento aseguraron que la seguridad y bienestar de los estudiantes ha sido siempre su principal prioridad. Tras la tragedia, docentes y funcionarios asisten regularmente a capacitaciones en prevención del suicidio.
La familia de Katherine Winter también apeló para revertir el fallo del tribunal, que si bien responsabiliza al colegio por su rol en el caso, desestimó el pago de una indemnización de 350 millones de pesos, al considerar prescrita la acción por haber transcurrido más de cinco años desde la muerte de la joven.
El tribunal respaldó los argumentos del colegio, que planteó que el plazo para demandar debe contarse desde la fecha del fallecimiento y no desde 2023, cuando se presentó la acción. En su apelación, la familia acusó que acoger esa tesis “es contrario a derecho y causa un enorme agravio”.
Los padres de Katy Winter sostienen que el colegio incumplió dos deberes esenciales: impedir que la joven saliera del recinto para tomar un transporte hacia Providencia, y no haber actuado frente al daño psicológico que sufría por parte de compañeros del curso.
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