Sobre las consecuencias que dejó el paso del huracán Melissa por Cuba, Jamaica, Haití y las Bahamas, Ramón Ulloa conversó con el académico de la Universidad de Santiago y líder del grupo de investigación Antarctica CL, Raúl Cordero, en un nuevo capítulo de Doble Click.
Sobre las consecuencias que dejó el paso del huracán Melissa por Cuba, Jamaica, Haití y las Bahamas, Ramón Ulloa conversó con el académico de la Universidad de Santiago y líder del grupo de investigación Antarctica CL, Raúl Cordero, en un nuevo capítulo de Doble Click.
Sobre las consecuencias que dejó el paso del huracán Melissa por Cuba, Jamaica, Haití y las Bahamas, Ramón Ulloa conversó con el académico de la Universidad de Santiago y líder del grupo de investigación Antarctica CL, Raúl Cordero, en un nuevo capítulo de Doble Click.
Al menos 49 personas murieron tras el paso del huracán Melissa por el Caribe. Haití fue el lugar más afectado, con 40 fallecidos y 10 desaparecidos, mientras que en Jamaica, donde este fenómeno se convirtió en la peor tormenta en 174 años, las víctimas fatales llegaron a ocho. El fenómeno, que descendió a categoría 1 durante la tarde del miércoles, ha seguido desatando vientos dañinos, inundaciones y una peligrosa marejada ciclónica en las Bahamas.
El fenómeno tocó tierra en Cuba la mañana de este miércoles con categoría 4, azotando la isla con vientos sostenidos de más de 200 kilómetros por hora y provocando inundaciones, crecidas de ríos y corrimientos de tierra en el este del país, donde más de 700 mil personas tuvieron que ser evacuadas. Sin embargo, al llegar, el huracán cayó a categoría 3, mientras que las autoridades advirtieron “daños cuantiosos” y ya levantaron las alertas.
Mientras tanto, en Jamaica, Melissa también dejó un rastro de destrucción, con graves inundaciones, daños en hospitales y vías, y destrozos significativos en viviendas y comercios. Aunque solo se han confirmado cinco muertes hasta ahora, las autoridades advierten que el número de víctimas podría aumentar a medida que se evalúan los daños. La región se enfrenta a una dura prueba mientras busca recuperarse de los efectos del huracán.
Bajo ese contexto, el climatólogo comentó que “esa es la característica, yo diría, más llamativa, lo que se conoce a veces como intensificación repentina rápida. Usualmente uno califica como de intensificación rápida cuando los huracanes aumentan la intensidad de los vientos sostenidos unos 60, 70 kilómetros por hora, ese aumento en un día. Pero este aumentó la intensidad de esos vientos en casi 150 kilómetros por hora en un día, pasó de una depresión tropical en 24 horas a un categoría 3, que son vientos sostenidos superiores a los 150 kilómetros por hora. Es decir, fue extraordinariamente rápido, como tú muy bien dices, que pasó de formarse la tormenta a convertirse en un huracán de gran categoría, y en las siguientes 24 horas alcanzó la máxima categoría posible, que son vientos superiores a los 250 kilómetros por hora, categoría 5, convirtiéndose y eso es lo otra cosa llamativa, en el tercer huracán categoría 5, solo esta temporada, solo este año. Eso no pasaba, tres huracanes categoría 5, desde el 2007, y desgraciadamente es otra señal de lo frecuentes que se han convertido estos eventos”.
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