Sobre el nuevo sistema de seguridad armamentística en Estos Unidos y el costo cercano a los 175 mil millones de dólares por su construcción e implementación, Ramón Ulloa conversó con el director de asuntos internacionales de la universidad Finis Terrae, Alberto Rojas, en un nuevo programa de Doble Click.
Sobre el nuevo sistema de seguridad armamentística en Estos Unidos y el costo cercano a los 175 mil millones de dólares por su construcción e implementación, Ramón Ulloa conversó con el director de asuntos internacionales de la universidad Finis Terrae, Alberto Rojas, en un nuevo programa de Doble Click.
Sobre el nuevo sistema de seguridad armamentística en Estos Unidos y el costo cercano a los 175 mil millones de dólares por su construcción e implementación, Ramón Ulloa conversó con el director de asuntos internacionales de la universidad Finis Terrae, Alberto Rojas, en un nuevo programa de Doble Click.
Respecto a la funcionalidad del sistema de seguridad armamentística denominada la “Cúpula de Oro”, Rojas indicó que “la idea es construir un escudo antimisiles, un escudo a gran escala inspirado en el “Domo de Hierro” de Israel. Básicamente para entenderlo es un sistema que involucra misiles interceptores, radares y en este caso en particular, Estados Unidos, quiere implementar satélites que sean capaces de encontrar en cualquier parte del mundo un lanzamiento de largo alcance que vaya dirigido hacia Estado Unidos. Para los que nacimos y crecimos en la Guerra Fría, ciertamente es imposible no recordar la llamada iniciativa estratégica de defensa del Gobierno de Ronald Reagan popularizada con el nombre de “Star Wars” (...) en la que la idea muy similar a la que está proponiendo Donald Trump ahora”.
Referente a las consecuencias internacionales y empresariales que puede generar la medida, el periodista señaló que “es un tema que genera mucha incertidumbre porque en el fondo esto implicaría presión a los grandes rivales de Estados Unidos, porque no se van a quedar de brazos cruzados, independientemente si el país norteamericano logra o no realizar el proyecto, y en una de esas China o Rusia avanzan más rápido o de manera más eficiente que lo que Trump está planteando, que es para el 2029 (...) pocas áreas mueve tantos millones como los son los proyectos de defensa, así que aquí no cabe la menor duda que hay muchas empresas que se están frotando las manos y pensaron en las enormes ganancias que esto puede significar, no solamente por lo que el gobierno estadounidense pueda llegar a pagar, sino por la manera ellos pueden seguir aprovechando la tecnología para otras áreas”.