El proyecto Nueva Alameda, con el que se busca remodelar el eje Alameda-Providencia es un plan de reactivación integral de la zona centro de la capital, lo que incluye trabajos en infraestructura, renovación y remodelación de espacios. Pero más allá de lo urbanístico, ¿ayuda esta propuesta a mejorar y “salvar” el deteriorado centro de Santiago? ¿Cómo asegurar que las zonas patrimoniales e históricas no sean vandalizadas y dañadas? ¿Es una iniciativa que contempla la real recuperación del centro de la capital?