Cuando tenía 18 años, Francisca perdió el rastro de Ana, su hija de nueve meses que terminó siendo criada en Suecia. Este año, 47 años después de su separación, madre e hija se reunieron en Santiago, tras ser parte de una amplia red de adopciones irregulares ocurridas en Chile entre las décadas de los 60 y 90. Todo el detalle nos lo entrega Mónica Pérez en el Rat Pack.
Cuando tenía 18 años, Francisca perdió el rastro de Ana, su hija de nueve meses que terminó siendo criada en Suecia. Este año, 47 años después de su separación, madre e hija se reunieron en Santiago, tras ser parte de una amplia red de adopciones irregulares ocurridas en Chile entre las décadas de los 60 y 90. Todo el detalle nos lo entrega Mónica Pérez en el Rat Pack.