Si bien con el comienzo del invierno ocurrieron algunas precipitaciones, esto no ha sido suficiente para superar el déficit con el que cuenta el país y también la Región Metropolitana. De hecho, las proyecciones radican en que este 2022 se convertirá en uno de los 10 años más secos de toda la historia. Realidad por la que se hace urgente no desperdiciar el agua caída y contar con un aprovechamiento eficiente de ellas.