Durante los últimos tres meses el planeta se ha visto golpeado por lluvias monzónicas que, a su vez, han provocado inundaciones inusuales, dejando importantes destrozos en las zonas de ocurrencia. Junto con esto, partes de Asia y Europa, donde actualmente es verano, se han visto golpeadas por brutales olas de calor, las que, en combinación con la sequía que afecta al mundo, han impactado mucho más a la población.