Entre 1984 y 1989, la minera sueca Boliden le pagó a la empresa chilena Promel para exportar cerca de 20 mil toneladas de residuos contaminantes a las afueras de Arica. Los desechos tóxicos fueron depositados a 200 metros de Sica Sica en una zona conocida como el “Sitio F”, donde en 1989 se construyeron viviendas sociales para familias vulnerables. Esta situación ha tenido graves consecuencias en los vecinos del sector, quienes han reportado enfermedades de todo tipo. La mayoría desconoce la causa, pero todos tienen en común la exposición prolongada a los metales pesados.